BIBLIOTECA ITINERANTE & TIENDA ONLINE DE FOTOLIBROS LATINOAMERICANOS | Un proyecto de Laura Lavergne
Durante los últimos siete años Carlos Saavedra ha retratado a quince de las Madres de los Falsos Positivos. Junto con Sebastián Ramírez, antropólogo de la universidad de Princeton, han recogido las historias de las madres y las han acompañado en diferentes proyectos que buscan hacer memoria de su pérdida. Todas las madres participaron en largas entrevistas en la que se les invitaba a hacer un recorrido por sus vidas, recopilando historias de su niñez, de sus familias, de sus pérdidas, y de sus continuas luchas por salvaguardar la memoria de sus hijos y hermanos. Al final de estas entrevistas, las mujeres fueron enterradas y retratadas.
Las 15 madres representadas en este fotolibro forman parte del primer grupo de mujeres que hicieron públicas las desapariciones de sus hijos, y cuyos esfuerzos resultaron en la revelación de otra faceta oscura de la guerra en Colombia y que ha resultado en un verdadero hito en la historia del país. Investigaciones elaboradas por Humans Rights Watch y la misma Fiscalía General de la Nación han revelado que los batallones más importantes del país, así como una gran parte de sus altos mandos, participaron en la campaña sistemática de secuestro y de ejecuciones de civiles que buscaba engrosar un récord de guerra ficticio.
¿Qué son los Falsos Positivos?
La estrategia del ejército Colombiano que buscaba engrosar el record de guerra oficial a través del asesinato de civiles. La estrategia consistía en convencer a jóvenes a dejar sus hogares con promesas de trabajo, retenerlos y transportarlos a lugares remotos, asesinarlos, y disfrazarlos como guerrilleros. Las mujeres representadas en este fotolibro forman parte del primer grupo de mujeres que hicieron públicas las desapariciones de sus hijos, y cuyos esfuerzos resultaron en la revelación de otra faceta oscura de la guerra en Colombia y que ha resultado en un verdadero hito en la historia del país. Hasta la fecha, la Jurisdicción Especial para la Paz ha identificado 6402 casos de los mal-llamados Falsos Positivos - en todo rigor la práctica debería llamarse ejecuciones extrajudiciales pero retenemos el nombre equivocado en alusión a la constelación de símbolos culturales e históricos con los que se relaciona la práctica y a las diversas formas de resistencia que ha suscitado. El asesinato masivo de civiles tiene su origen en los incentivos perversos creados por el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez para mejorar sus cuentas de guerra. Por cada guerrillero abatido en combate (un positivo) se le pagaba al soldado responsable casi cuatro millones de pesos, y se le ofrecían recompensas profesionales como permisos de vacaciones y ascensos; los comandantes recibían reconocimientos y aumentos en los recursos designados a sus batallones; los batallones que produjeran más muertes eran elogiados por sus contribuciones a la guerra y premiados. Investigaciones por parte de Humans Rights Watch y la misma Fiscalía General de la Nación han revelado que los batallones más importantes del país, así como una gran parte de sus altos mandos, participaron en la campaña sistemática de secuestro y de ejecuciones de civiles que buscaba engrosar un récord de guerra ficticio.
"Su apoyo a este libro ayudara la fundación MAFAPO a contar las historias de los falsos positivos"
Durante los últimos siete años Carlos Saavedra ha retratado a quince de las Madres de los Falsos Positivos. Junto con Sebastián Ramírez, antropólogo de la universidad de Princeton, han recogido las historias de las madres y las han acompañado en diferentes proyectos que buscan hacer memoria de su pérdida. Todas las madres participaron en largas entrevistas en la que se les invitaba a hacer un recorrido por sus vidas, recopilando historias de su niñez, de sus familias, de sus pérdidas, y de sus continuas luchas por salvaguardar la memoria de sus hijos y hermanos. Al final de estas entrevistas, las mujeres fueron enterradas y retratadas.
Las 15 madres representadas en este fotolibro forman parte del primer grupo de mujeres que hicieron públicas las desapariciones de sus hijos, y cuyos esfuerzos resultaron en la revelación de otra faceta oscura de la guerra en Colombia y que ha resultado en un verdadero hito en la historia del país. Investigaciones elaboradas por Humans Rights Watch y la misma Fiscalía General de la Nación han revelado que los batallones más importantes del país, así como una gran parte de sus altos mandos, participaron en la campaña sistemática de secuestro y de ejecuciones de civiles que buscaba engrosar un récord de guerra ficticio.
¿Qué son los Falsos Positivos?
La estrategia del ejército Colombiano que buscaba engrosar el record de guerra oficial a través del asesinato de civiles. La estrategia consistía en convencer a jóvenes a dejar sus hogares con promesas de trabajo, retenerlos y transportarlos a lugares remotos, asesinarlos, y disfrazarlos como guerrilleros. Las mujeres representadas en este fotolibro forman parte del primer grupo de mujeres que hicieron públicas las desapariciones de sus hijos, y cuyos esfuerzos resultaron en la revelación de otra faceta oscura de la guerra en Colombia y que ha resultado en un verdadero hito en la historia del país. Hasta la fecha, la Jurisdicción Especial para la Paz ha identificado 6402 casos de los mal-llamados Falsos Positivos - en todo rigor la práctica debería llamarse ejecuciones extrajudiciales pero retenemos el nombre equivocado en alusión a la constelación de símbolos culturales e históricos con los que se relaciona la práctica y a las diversas formas de resistencia que ha suscitado. El asesinato masivo de civiles tiene su origen en los incentivos perversos creados por el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez para mejorar sus cuentas de guerra. Por cada guerrillero abatido en combate (un positivo) se le pagaba al soldado responsable casi cuatro millones de pesos, y se le ofrecían recompensas profesionales como permisos de vacaciones y ascensos; los comandantes recibían reconocimientos y aumentos en los recursos designados a sus batallones; los batallones que produjeran más muertes eran elogiados por sus contribuciones a la guerra y premiados. Investigaciones por parte de Humans Rights Watch y la misma Fiscalía General de la Nación han revelado que los batallones más importantes del país, así como una gran parte de sus altos mandos, participaron en la campaña sistemática de secuestro y de ejecuciones de civiles que buscaba engrosar un récord de guerra ficticio.
"Su apoyo a este libro ayudara la fundación MAFAPO a contar las historias de los falsos positivos"
