BIBLIOTECA ITINERANTE & TIENDA ONLINE DE FOTOLIBROS LATINOAMERICANOS | Un proyecto de Laura Lavergne
TODO Y NADA
Un sábado a la noche, en el bar de un pueblo, dos adolescentes se observan de lejos. Como decenas de otros chicos en otros bares de otros pueblos y millones en todo el mundo, van a jugar a coquetear sin otra expectativa que reproducir esa coreografía milenaria de seducción. La música romántica de fondo confunde sus sentimientos; se sienten como actores de una película gastada. No piensan en formar una pareja, en construir un vínculo duradero; ni siquiera piensan en el amor. Sin embargo, al final de la noche, antes de despedirse, se besan. Apenas asimilan ese beso como el primero.
A la pasión de los veinte, le suceden las dificultades de convivir y de construir un proyecto en pareja. Se reconocen el uno en el otro, pero a medida que pasa el tiempo ya no son los mismos ni son la persona que habían elegido aquella primera noche. Llegan las dudas, los celos, los engaños, las separaciones y los reencuentros. Llegan también los hijos y el casamiento. Pasan los años, terapia de pareja, un aborto, muertes y esa lucha permanente por lo que se ama.
Esta historia fue contada miles de veces y volverá a ser contada otras miles.
Son dos amantes que se cuentan en el día a día desde hace veinticinco años. Se buscan en las palabras y en las imágenes; es su manera de reconocerse el uno en el otro y cada uno por separado. El tiempo parece haberlos cambiado; sin embargo, se puede rastrear en cada detalle un poco de ese fuego primigenio.
TODO Y NADA
Un sábado a la noche, en el bar de un pueblo, dos adolescentes se observan de lejos. Como decenas de otros chicos en otros bares de otros pueblos y millones en todo el mundo, van a jugar a coquetear sin otra expectativa que reproducir esa coreografía milenaria de seducción. La música romántica de fondo confunde sus sentimientos; se sienten como actores de una película gastada. No piensan en formar una pareja, en construir un vínculo duradero; ni siquiera piensan en el amor. Sin embargo, al final de la noche, antes de despedirse, se besan. Apenas asimilan ese beso como el primero.
A la pasión de los veinte, le suceden las dificultades de convivir y de construir un proyecto en pareja. Se reconocen el uno en el otro, pero a medida que pasa el tiempo ya no son los mismos ni son la persona que habían elegido aquella primera noche. Llegan las dudas, los celos, los engaños, las separaciones y los reencuentros. Llegan también los hijos y el casamiento. Pasan los años, terapia de pareja, un aborto, muertes y esa lucha permanente por lo que se ama.
Esta historia fue contada miles de veces y volverá a ser contada otras miles.
Son dos amantes que se cuentan en el día a día desde hace veinticinco años. Se buscan en las palabras y en las imágenes; es su manera de reconocerse el uno en el otro y cada uno por separado. El tiempo parece haberlos cambiado; sin embargo, se puede rastrear en cada detalle un poco de ese fuego primigenio.
